El 3 de julio de este año, (2013) el Colegio
Médico de Chile y la Cámara
de Innovación Farmacéutica de Chileacordaron un marco ético de
relacionesentre médicos y compañías farmacéuticas. Los puntos
principales de este acuerdo son esencialmente dos:
1.
Si
bien la publicidad y promoción de productos es legítima, no debe considerar la
entrega directa de regalos y donaciones que comprometan una retribución de
parte de los médicos. Los congresos yencuentros en que la industria contribuya a
financiar la participación de médicos deben estar regidos por objetivos
científicos y educativos, y no recreacionales.
2.
Los
médicos deben mantener una relación de independencia profesional con la
industria. Sus decisiones deben estar orientadas a velar por los intereses de
los pacientes y no por los intereses personales.
¿Es suficiente firmar un acuerdo en
que cada una de las partes declara que se compromete a velar para que los
asociados de sus organizaciones cumplan con sus códigos de ética? ¿Es posible
preservar la independencia de juicio clínico de médicos cuando la industria
farmacéutica financia prácticamente todas sus actividades de educación
continua?
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